BIEVENIDOS A ROCOCO

jueves, 17 de diciembre de 2009

Mis deseos para Navidad

En esta vispera de navidad, ya llegando hacia el año que nos deja, me he puesto a pensar como todos los años hago mi balance de fin de año, para comenzar un año nuevo con mas fuerza y motivacion, pensando en deseos, poniendome metas.
Pero este año me paso algo insolito, mis deseos eran los mismos que el año pasado, como seria posible eso?, cuando me di cuenta que hoy tengo lo siempre he soñado, una familia, 2 hermosos hijos, una vida digna, salud, que otra cosa yo podria pedir que llene mi corazón y me haga inmensamente feliz...NADA.
Nada se compara con que tus sueños se hagan realidad, mi deseo para esta navidad, es que los sueños de todos, no importa lo que sea, se hagan realidad. Para mi la Navidad es eso, un deseo hecho realidad.
Para despedir este año, encontre un cuento hermoso, de una sencillez y de amor sin limites, que me gustaria compartir con ustedes.

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PAULO COELHO, MI CUENTO DE NAVIDAD

Como siempre hacía la víspera de Navidad, el rey invitó al primer ministro a dar un paseo por la ciudad. Le gustaba ver cómo adornaban las calles, pero para evitar que sus súbditos se excedieran en los gastos con el objetivo de agasajarlo, solían disfrazarse con ropa de comerciantes que venían de tierras lejanas.

Caminaron por el centro, admirando las guirnaldas de luz, los abetos, las velas encendidas en las entradas de las casas y los puestos de venta de regalos. Todo el mundo, hombres, mujeres y niños, se apresuraba a reunirse con sus familiares para celebrar esa noche en torno a una mesa repleta.

En el camino de regreso pasaron por el barrio más pobre. Allí, el ambiente era completamente distinto: nada de luces, velas, ni el olor apetecible de la comida lista para ser servida en la mesa. No había casi nadie por la calle, y como hacía todos los años, el rey comentó con el ministro que debía prestar más atención a los pobres de su reino. El ministro asintió con la cabeza, convencido de que pronto el asunto sería olvidado de nuevo, enterrado en la burocracia cotidiana, la aprobación de presupuestos y las reuniones con dignatarios extranjeros.

De repente oyeron una música que salía de una de las casas más pobres. La chabola, mal construida, con varias grietas entre las maderas podridas, les permitía ver lo que sucedía en el interior, y comprobaron que la escena que allí se desarrollaba era completamente absurda: un viejo en una silla de ruedas que parecía llorar, una joven completamente calva que bailaba y un muchacho de mirada triste que tocaba un tamborín y cantaba una canción tradicional.
–Voy a ver qué pasa –dijo el rey, y llamó a la puerta. El joven dejó de cantar y fue a abrir.
–Somos mercaderes y buscamos un lugar para dormir. Hemos oído la música, hemos visto que todavía estáis levantados y nos gustaría saber si podríamos pasar aquí la noche.
–Pueden quedarse en algún hotel de la ciudad. Desgraciadamente, no podemos ayudarlos; a pesar de la música, en esta casa reinan la tristeza y el sufrimiento.
–Por mi culpa –era el viejo de la silla de ruedas el que hablaba–.

Durante toda mi vida he intentado darle educación a mi hijo para que aprendiese caligrafía, para que fuese uno de los escribas del palacio. Sin embargo, los años pasaban y no volvieron a ofertarse nuevas plazas.

Hasta que anoche tuve un sueño estúpido: un ángel aparecía y me pedía que comprara una copa de plata, ya que el rey iba a venir a visitarme, a beber un poco y a conseguir un empleo para mi hijo. La presencia del ángel me pareció tan real que decidí hacer lo que me decía. Como no tenemos dinero, mi nuera fue esta mañana al mercado, vendió su pelo y compramos esa copa de ahí. Ahora intentan levantarme el ánimo, cantando y bailando porque es Navidad, pero es inútil.

El rey vio la copa de plata, pidió que le sirvieran un poco de agua porque tenía sed y, antes de marcharse, le dijo a la familia: –¡Qué coincidencia! Hoy mismo hemos estado con el primer ministro y nos ha dicho que las plazas se van a ofertar la semana que viene. El viejo sacudió la cabeza con incredulidad y se despidió de los extranjeros. Pero al día siguiente fue leído un decreto real por todas las calles de la ciudad: buscaban un nuevo escriba para la corte.
El día previsto, la sala de audiencias estaba atestada de gente deseosa de competir por tan ansiado cargo. Cuando el primer ministro entró, les pidió a todos que prepararan sus cuadernos y sus bolígrafos.
–Éste es el tema de la disertación –dijo–: ¿Por qué un anciano llora, una mujer calva baila y un muchacho triste canta?

Un murmullo de asombro recorrió la sala: ¡nadie sabía contar una historia como ésa! Nadie, salvo un joven con ropa humilde, sentado en un rincón de la sala, que sonrió y empezó a escribir. (Basado en un cuento indio)



LES DESEO FELIZ NAVIDAD
Y UN PROSPERO AÑO NUEVO!!!!


5 comentarios:

  1. gracias por compartiur tus deseos! y por el cuento! feliz navidad para vos y que se cumplan tus deseos. besos

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  2. Hola
    me encanto el cuento
    y demas esta decir que tus trabajos tambien
    besos y buen fin de semana
    Monica

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  3. Hola Silvina hermoso el cuento y que todos tus deseos se hagan realidad !!te mando un beso enorme, enorme Rosana y yo encantadisima que por este medio te haya conocido muchos besitos. Rosana.

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  4. gracias por el cuento hace reflexionar como decis al balance del año uno se da cuenta que recibio mas de lo que esperaba... en mi caso comenzo triste partio mi papa, termino con un nacimento, y con mucha salud que me faltaba, parece que por fin estoy saliendo adelante besos y felicidades lili

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  5. te deseamos una feliz navidad y que todos tus sueños se te agan realidad,un abrazo

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Gracias por dejar tus comentarios, me inspiran mucho para continuar...